La rinitis puede ser causada por una variedad de factores, y es una enfermedad inflamatoria aguda o crónica que afecta principalmente el revestimiento de la cavidad nasal. Dependiendo del caso, la rinitis puede ser causada por alérgenos, es decir, sustancias que pueden causar reacciones alérgicas en el cuerpo, o por patógenos como un virus o bacterias. Es interesante saber que la rinitis alérgica es una patología que generalmente está mucho más extendida que la rinitis infecciosa. A veces estacional, lamentablemente muy a menudo resulta persistente, perturbando la vida de todos los que la padecen de manera considerable. También conocida como fiebre del heno o polinosis, la rinitis alérgica estacional se manifiesta principalmente bajo la influencia del polen, y más concretamente de las gramíneas.
La rinitis alérgica persistente, por otro lado, es algo diferente, ya que es atribuible a una serie de agentes alergénicos como el polvo, el pelo de los animales, los ácaros del polvo o incluso la contaminación. Si llamamos a esta forma de rinitis persistente es porque, a diferencia de la rinitis estacional, no se manifiesta en una época concreta del año, sino cada vez que el organismo se enfrenta al alérgeno al que es sensible. En resumen, por razones de las que la medicina todavía sabe poco, el cuerpo de los sujetos propensos a las alergias desarrolla en un momento u otro una hipersensibilidad a una sustancia extraña normalmente inofensiva. Una vez que se ha adquirido la hipersensibilidad, la alergia da lugar a una reacción inmediata, como la rinitis, tan pronto como el sujeto se encuentra en presencia de la sustancia a la que ha desarrollado una intolerancia.
Aunque la rinitis alérgica es a priori benigna, parece que a la larga puede favorecer la aparición de patologías respiratorias más graves como el asma. Por lo tanto, es mucho mejor no descuidar los síntomas y tratarlos adecuadamente, especialmente cuando los sujetos afectados son niños pequeños. En la medicina convencional, la rinitis alérgica se trata con mayor frecuencia con antihistamínicos y sustancias descongestionantes. La rinitis infecciosa, que, cabe recordar, se produce tras ataques virales o bacterianos, es objeto de tratamientos destinados a eliminar el patógeno responsable de la enfermedad.
Si bien la homeopatía no pretende curar la rinitis, puede aliviar los síntomas y proporcionar un alivio significativo a quienes la padecen. No tiene efectos secundarios y también es mucho más suave que los tratamientos convencionales, que a veces pueden provocar somnolencia y otros efectos secundarios. Además, algunas investigaciones sobre remedios homeopáticos específicos han demostrado que las sustancias estudiadas pueden promover la desensibilización en sujetos alérgicos, es decir, una disminución de la sensibilidad de sus cuerpos a los agentes alergénicos involucrados.
Síntomas
Cuando se produce inflamación, siempre se acompaña de congestión nasal más o menos grave, estornudos repetidos y secreción nasal que suele ser acuosa. En algunas formas de rinitis alérgica, estos síntomas pueden estar asociados con sensaciones de ardor en las cavidades nasales, así como picazón en el paladar y lagrimeo que pueden ser muy severos. Si es persistente, la rinitis alérgica también puede causar dificultad para concentrarse en los sujetos afectados. La rinitis infecciosa, por otro lado, se caracteriza principalmente por estornudos frecuentes acompañados de secreción nasal acuosa o purulenta. Además de estos síntomas, también puede haber una sensación de obstrucción nasal, así como dolor en los huesos maxilares y frontales. Además, es importante saber que, en algunos casos, la rinitis infecciosa puede derivar en sinusitis.
Tratamiento de larinitis alérgica estacional o persistente
Para reducir la hinchazón de la membrana mucosa de las cavidades nasales y la sensación de malestar relacionada con la secreción, se recomienda tomar 5 gránulos de Apis mellifica 15 CH, así como 5 gránulos de Arsenicum album 9 CH tres veces al día tan pronto como aparezcan los primeros estornudos y secreciones.
Si la congestión y secreción nasal se acompañan de picor en el paladar, se deben tomar 5 gránulos de Sabadilla 15 CH tres veces al día, desde el inicio del ataque. En el caso de que el prurito esté asociado a otros picores en los oídos, es aconsejable tomar 5 gránulos de Arundo donax 5 CH tres veces al día, en cuanto aparezcan los primeros síntomas.
En el caso de rinitis alérgica estacional, será posible tomar 5 gránulos de Histaminum 9 CH o 5 gránulos de Histamina Pulmonar 9 CH dos veces al día desde el comienzo de la temporada en la que suele ocurrir la alergia. En algunos casos, también será posible tomar 5 gránulos de Polen 30 CH por día durante el tiempo que dure la temporada propicia para la reacción alérgica. Sin embargo, en estas circunstancias es preferible dejar que el médico establezca el tratamiento y la dosis adecuados de acuerdo con los síntomas.
En ocasiones, dependiendo de los trastornos a los que se asocien, la rinitis alérgica estacional o persistente también debe tratarse de forma más específica con remedios como Allium cepa, Ambrosia artemisiaefolia, Kalium iodatum o Naphtalitum.
Limitar la recurrencia de la rinitis alérgica
Es importante saber que es extremadamente difícil curar permanentemente la rinitis alérgica estacional y persistente una vez que aparece. Sin embargo, gracias a la homeopatía, todavía es posible reducir significativamente la intensidad de los síntomas que causan, así como las recurrencias. En consecuencia, los remedios preventivos que son adecuados son con mayor frecuencia remedios como Lachesis mutus, Lycopodium clavatum, Natrum muriaticum, Nux vomica, Psorinum, Pulsatilla, Sulphur, Sulphur iodatum o Tuberculinum. Pero una vez más, es importante recordar que corresponde al médico establecer el tratamiento más adecuado según los síntomas y la frecuencia de aparición de la enfermedad.
Tratamiento de la rinitis infecciosa con secreción nasal acuosa
En caso de secreción nasal acuosa, se aconseja tomar 5 gránulos de Allium cepa 9 CH cada hora si la rinitis se acompaña de lagrimeo y sensación de hormigueo en los ojos. Una vez que los síntomas han disminuido, se pueden reducir las dosis hasta que se sienta una mejoría total.
Si la secreción se asocia con congestión nasal, se deben tomar gránulos de 5 Ammonium muriaticum 5 CH cada hora hasta que la obstrucción desaparezca gradualmente. Si la secreción es caliente, es aconsejable tomar 5 gránulos de Arsenicum album 9 CH cada hora o 5 gránulos de Kalium iodatum 9 CH si el dolor es notable en los huesos maxilares y frontales. En lo que respecta a estos tres remedios, hay que tener en cuenta que también se deben reducir las dosis a medida que los síntomas remiten.
Tratamiento de larinitis infecciosa con secreción nasal purulenta
En el caso de rinitis infecciosa con secreción purulenta, es aconsejable tomar 5 gránulos de Kalium bichromicum 9 CH tres veces al día hasta que la secreción disminuya gradualmente, así como una dosis de Hepar sulfuris calcareum 30 CH durante cuatro días. Una vez que los síntomas han disminuido, Kalium bichromicum debe tomarse con menos frecuencia.
También hay que tener en cuenta que en algunos casos se pueden recomendar remedios como el Ammonium carbonicum, Aralia racemosa, Arsenicum iodatum, Badiaga, Magnesia muriatica o Sambucus nigra. No obstante, de nuevo será conveniente dejar que el médico decida el tratamiento más adecuado de acuerdo con diversos criterios que le permitan establecer su diagnóstico.
Prevención de la recurrencia de la rinitis infecciosa
En cuanto al tratamiento preventivo de la rinitis infecciosa, los remedios más adecuados en este caso suelen ser similares a los recomendados para la prevención de la rinitis alérgica. Como resultado, estos tratamientos también pueden consistir en remedios como Lachesis mutus, Lycopodium clavatum, Natrum muriaticum, Nux vomica, Psorinum, Pulsatilla, Sulphur, Sulphur iodatum o Tuberculinum.
¿Cuándo consultar a un médico?
Si la rinitis está causada por patógenos y se acompaña de secreción nasal purulenta, será necesario consultar inmediatamente a un médico para que pueda iniciar el tratamiento adecuado. Además, es importante saber que en el caso de la rinitis infecciosa, la homeopatía solo se utilizará además del tratamiento alopático prescrito.
Si la rinitis es de origen alérgico, lo mejor es consultar a un médico en cuanto aparezcan las recurrencias para que pueda determinar qué agentes son los responsables de la reacción alérgica. Además, será recomendable acudir a un profesional si los síntomas asociados a la patología son difíciles de soportar o si provocan muchos trastornos.
Por último, se recomienda encarecidamente consultar a un médico lo antes posible si la persona afectada es muy pequeña (lactante, niño menor de dos años, niño) para evitar cualquier riesgo de dificultad respiratoria y limitar la aparición futura de patologías graves como el asma.