La homeopatía es un método terapéutico natural a través del cual es posible tratar multitud de patologías diferentes. De hecho, en la actualidad existen más de 250 medicamentos homeopáticos que previenen y tratan la gran mayoría de las dolencias temporales y crónicas. Desarrollados con el mayor respeto por la naturaleza y el cuerpo humano, estos medicamentos pueden ser tomados por todos, independientemente de su edad o sexo. Por lo tanto, aunque siempre es preferible buscar el consejo de un profesional, es muy posible tratarse con homeopatía, sin tener miedo de poner en peligro su salud. Sin embargo, para optimizar la eficacia terapéutica del tratamiento actual y obtener los resultados esperados, es muy importante ser regular y cumplir en la medida de lo posible las recomendaciones asociadas a los remedios utilizados.
A menudo se ha dicho que la automedicación por medios homeopáticos representaba un verdadero desafío en sí mismo, ya que las precauciones de uso relacionadas con los diversos medicamentos eran muy exigentes. Hoy en día, no solo es posible decir que el tratamiento homeopático no es más difícil de seguir que el tratamiento alopático, sino también que la automedicación homeopática es mucho menos peligrosa para el cuerpo que la automedicación alopática.
Toxicidad de los medicamentos homeopáticos
Dado que la dilución es uno de los principios básicos de la homeopatía, se deduce que los medicamentos utilizados no presentan toxicidad alguna. De hecho, durante el desarrollo de los diversos remedios homeopáticos, las sustancias originales se diluyen varias veces seguidas hasta que finalmente se obtienen dosis infinitamente bajas. Al final de estas diluciones sucesivas, la solución obtenida no solo es capaz de actuar con eficacia, sino que también está libre de cualquier toxicidad, por lo que ya no representa ningún peligro para el organismo. Sin embargo, es esencial utilizar únicamente los medicamentos que se venden en farmacias y que han sido sometidos a una serie de controles previos a la venta. La elaboración de remedios homeopáticos es relativamente compleja, por lo que es obvio que solo los profesionales aprobados son capaces de fabricar estos tratamientos con el mayor respeto por la tradición hahnemanniana. Además, hay que tener en cuenta que sólo los medicamentos desarrollados y probados por profesionales están realmente libres de cualquier toxicidad.
Interacciones entre los medicamentos convencionales y los homeopáticos
Actualmente no se conocen interacciones farmacológicas, lo que significa que generalmente es bastante posible combinar el tratamiento homeopático con el tratamiento alopático. Por otra parte, y dependiendo de la gravedad de la patología a tratar, es útil tener en cuenta que estos dos tipos de tratamientos suelen ser complementarios. Sin embargo, en caso de duda, se recomienda encarecidamente buscar el consejo de un profesional de la salud que pueda asesorarlo y disipar cualquier temor.
Contraindicaciones y efectos secundarios
En cuanto a las contraindicaciones relacionadas con el uso de medicamentos homeopáticos, debe tenerse en cuenta que, en principio, no existen circunstancias que prohíban el uso del medicamento para diluciones equivalentes o superiores a 4 CH. Como resultado, estos remedios son adecuados tanto para bebés como para niños, adultos, mujeres embarazadas o ancianos. Del mismo modo, no se conocen efectos secundarios asociados con los tratamientos homeopáticos utilizados hasta la fecha. En cualquier caso, lo mejor es ponerse en contacto con un médico, farmacéutico u homeópata en caso de duda o posible miedo.
Elegir las diluciones adecuadas
En la medicina homeopática, la eficacia terapéutica de los remedios depende esencialmente de las sucesivas diluciones y dinamizaciones sufridas por las tinturas madre. Por lo tanto, cuanto más se diluya una sustancia básica, más aumentará la eficacia terapéutica del fármaco desarrollado. No obstante, no hay que olvidar que cada enfermedad es única en sus síntomas y gravedad, por lo que las diluciones deben adaptarse sistemáticamente al tipo de patología a tratar. Como regla general, se deben preferir diluciones relativamente bajas cuando se trata de afecciones agudas con solo unos pocos síntomas.
En el caso de que los síntomas sean mucho más pronunciados, las diluciones utilizadas tendrán que ser más altas para una mejor efectividad. Cuando, por el contrario, se trata de tratar afecciones crónicas, es aconsejable pasar a diluciones bastante bajas al principio antes de aumentarlas más tarde. Por último, es importante saber que, a diferencia de los medicamentos alopáticos, la dosis asociada a los medicamentos homeopáticos no varía mucho en función de la edad de los pacientes.
Para
un tratamiento más exitoso, es aconsejable tomar su medicación de forma regular, cuidando de respetar los horarios y días de ingesta indicados lo más escrupulosamente posible. De esta manera, te asegurarás de no equivocarte y también ayudarás a optimizar la efectividad del tratamiento. Dependiendo de la enfermedad a tratar, algunos remedios deberán tomarse temprano en la mañana, mientras que otros deberán tomarse durante el día, al final de la noche o cuando aparezcan los síntomas. En general, es mejor evitar el contacto de la piel con el medicamento que se va a ingerir. Los remedios tampoco deben tomarse nunca durante las comidas para no obstaculizar su eficacia terapéutica.
Los gránulos y las dosis prescritas deben consumirse unos treinta minutos antes o después de las comidas principales del día, para que pueda obtener todos los beneficios. Al tomar medicamentos homeopáticos, también se recomienda evitar las bebidas con cafeína, así como los cigarrillos y los productos que contienen menta o manzanilla. De hecho, se ha demostrado claramente que estas diversas sustancias no promueven la acción terapéutica de los remedios, lo que explica perfectamente por qué es aconsejable abstenerse de ellos al tomar medicamentos. Es aconsejable dejar que los gránulos y las dosis se derritan muy lentamente en la boca y no mezclar todos los remedios en una sola dosis para no aniquilar la eficacia del tratamiento.
Es
bueno saber que la automedicación por medios homeopáticos no presenta ningún peligro. No obstante, es importante seguir al pie de la letra las diversas indicaciones asociadas a los medicamentos homeopáticos que vayas a tomar, así como las dosis recomendadas. Al igual que los medicamentos alopáticos, los medicamentos homeopáticos deben mantenerse alejados de cualquier fuente de luz, calor o humedad. También es importante saber que todas las gotas bebibles utilizadas en homeopatía están hechas de un solvente a base de alcohol. Por ello, siempre será mejor buscar el consejo de un médico antes de recurrir a este tipo de medicamentos. Por último, no hay que olvidar que ciertas patologías y condiciones crónicas requieren el uso de tratamientos alopáticos específicos que no deben, en ningún caso, ser sustituidos por medicamentos homeopáticos. Además, incluso si no se puede cuestionar la eficacia terapéutica de los remedios homeopáticos, es esencial consultar a un médico si los síntomas persisten al final del tratamiento.