Un absceso es una infección que comienza con una inflamación antes de terminar en la aparición de una bolsa de pus bien definida. Internamente, los abscesos más comunes son los que afectan a órganos como el hígado, el cerebro o los pulmones. Bastante grave, estos abscesos no pueden ser tratados por la homeopatía porque requieren tratamientos alopáticos muy específicos. Los abscesos superficiales son infecciones que afectan principalmente a la piel, las encías y el margen anal.
Cuando el absceso no se resuelve de forma natural, generalmente es necesario recurrir al drenaje quirúrgico, que es la única manera de permitir que los antibióticos actúen de manera más rápida y eficaz. Si la infección es leve, el procedimiento generalmente se realiza con anestesia local, pero si la infección es más grave, el drenaje debe realizarse con anestesia general. En el caso de un absceso superficial, el tratamiento homeopático suele ser una alternativa beneficiosa para todos aquellos que prefieren evitar los tratamientos alopáticos generalmente recomendados en estas circunstancias.
Síntomas asociados a los abscesos
Una vez que el absceso se ha formado, la inflamación da paso a una tumescencia más o menos importante que siempre es bastante dolorosa. En realidad, esta tumescencia corresponde a una colección purulenta que es el resultado directo de la infección. Dependiendo del grado de gravedad, la sensación de incomodidad relacionada con la presencia de pus puede ser particularmente angustiosa, especialmente cuando se trata de un absceso dental o un absceso del margen anal. A veces, el absceso incluso se acompaña de movimientos febriles cuando la infección es bastante grave.
Tratamiento del absceso cutáneo
Para evitar que se forme el absceso, es posible utilizar un tratamiento a base de Belladona, Hepar sulfuris calcareum y Pyrogenium. Estos remedios ayudan a limitar significativamente la formación de pus en la cavidad en cuestión. Por lo tanto, desde la etapa inflamatoria, es aconsejable tomar 5 gránulos de Belladonna 5 CH cada dos horas durante dos días, así como dos dosis de Hepar sulfuris calcareum y dos dosis de Pyrogenium 9 CH al día. Además, si la sensación de malestar causada resulta difícil de soportar, será posible aplicar un poco de ungüento KLC® dos veces al día en la zona afectada para reducir significativamente el dolor. En algunos casos, los abscesos cutáneos también pueden aliviarse tomando Myristica sebifera.
Aliviar un absceso dental
En lo que respecta a los abscesos superficiales de las encías y los abscesos dentales, es posible evitar que la infección empeore utilizando el mismo tratamiento homeopático que se recomienda en caso de daño cutáneo. Como resultado, la sensación de malestar puede reducirse significativamente tomando 5 gránulos de Belladonna 5 CH cada dos horas, así como tomando dos dosis de Hepar sulfuris calcareum y dos dosis de Pyrogenium 9 CH por día. En algunos casos, también se puede recomendar tomar Siegesbeckia orientalis. Sin embargo, es importante saber que en el caso de los abscesos de las encías y los abscesos dentales, el tratamiento homeopático no puede reemplazar de ninguna manera al tratamiento alopático. Por lo tanto, será fundamental consultar a un dentista lo antes posible para prevenir el riesgo de endocarditis infecciosa, una enfermedad correspondiente a la inflamación del endocardio.
Promover la curación de un absceso en el margen anal En el caso de
un absceso en el margen anal, el tratamiento homeopático solo se puede utilizar además del procedimiento quirúrgico, que lamentablemente es esencial en este caso. Por lo tanto, los remedios se utilizarán después de la operación para promover una mejor cicatrización de los tejidos afectados. Por lo tanto, es aconsejable tomar 5 gránulos de Calcarea sulfurica 5 CH por la mañana y por la noche durante un período de diez días, hasta que la herida esté bien curada.
¿Cuándo consultar a un médico?
En lo que respecta a los abscesos superficiales de encías, abscesos dentales y abscesos del margen anal, es importante saber que es obligatorio consultar a un dentista o médico lo antes posible para que puedan adaptar el tratamiento de la mejor manera posible. Por otro lado, en caso de afectación de la piel, será necesario acudir a un profesional si los síntomas persisten más allá de las 48 horas o si la inflamación va seguida de la formación de una bolsa de pus en el tejido afectado.