La tos ferina es una enfermedad altamente contagiosa que afecta con mayor frecuencia a niños menores de cinco años y a bebés menores de un año. Se caracteriza por ataques de tos violentos y es difícil de detectar porque sus síntomas son irregulares. Sin embargo, una vez diagnosticada, puede tratarse eficazmente con homeopatía.
Causas de la tos ferina La tos ferina
es causada por el bacilo Bordetella pertussis y afecta a las vías respiratorias. Generalmente, se transmite por salpicaduras de gotas de saliva durante secuencias violentas de tos. La tos ferina puede afectar a cualquier niño y causar epidemias periódicas. Esta enfermedad, que dura entre cuatro y ocho semanas, es muy agotadora si el paciente no es tratado lo antes posible.
Síntomas de la tos ferina
Latos ferina comienza con secreción nasal acompañada de tos violenta y fiebre. Los ataques de tos característicos de esta enfermedad recuerdan al canto del gallo, de ahí su nombre. Por lo general, ocurren durante la noche y terminan con vómitos. Si hay una complicación, la tos ferina puede provocar neumonía o sangrado. También es posible que afecte al sistema nervioso central.
Remedios homeopáticos para la tos ferina
Si la tos ferina se detecta a tiempo y el niño está cansado debido a la incubación de las bacterias, se debe utilizar Carbo Vegetalis 15 CH en 1 dosis, con el fin de mejorar la respiración y reducir la sensación de asfixia. Pero si el paciente es esténico, el azufre será el remedio más adecuado. En cuanto a la Belladona, que previene la tos nocturna seca y violenta, se recetará si el paciente está debilitado y su rostro está rojo y sudoroso. Además, Allium Cepa tratará eficazmente la tos ferina acompañada de coriza, estornudos frecuentes, secreción nasal irritante, lágrimas y tos espasmódica, ronca y seca. Si la enfermedad ya ha progresado y se manifiesta como tos espasmódica con asfixia, náuseas y vómitos, se debe tomar Ipeca, sobre todo si la cara del niño es azulada.
Se recomienda Corallium rubrum 9 CH a razón de 5 gránulos después de cada ataque de tos en caso de tos espasmódica y violenta acompañada de moco que se acentúa por la tarde o por la noche y puede provocar dolor abdominal. Se recomendará el coccus cactus si la tos es causada por un cosquilleo laríngeo con moco líquido y el estado del paciente mejora cuando está fresco pero empeora cuando está en una habitación cálida. Cuprum metallicum curará la tos espasmódica seca aliviada por la frescura de una bebida. Se recetará árnica si la tos causa dolor en el pecho y aparecen pequeñas erupciones en la cara. La Mephitis Putorius es ideal para tratar la tos ferina con asfixia, cara azulada y poco catarro. Por último, si la enfermedad llega a la fase aguda y hay ataques de tos repetidos, el homeópata probablemente prescribirá 1 dosis de Pertussinum 30 CH durante tres días.
¿Cuándo consultar a un médico?
Como la tos ferina es una enfermedad grave, se desaconseja encarecidamente la automedicación. Lo mejor es seguir las prescripciones de un homeópata después de un diagnóstico preciso. Por lo tanto, tan pronto como aparezcan los primeros síntomas, es mejor consultar a su médico.