El sarampión persiste en los países en desarrollo y es una de las principales causas de mortalidad infantil. De hecho, mata a casi un millón de niños cada año en todo el mundo. Esta enfermedad contagiosa causada por el morbillivirus paramyxoviridae es especialmente terrible en África, así como en algunos países pobres de América y Asia. La desnutrición en niños menores de tres años, el paludismo y otras afecciones asociadas favorecen su aparición y desarrollo. El sarampión se transmite de varias maneras, a saber, a través de las secreciones nasales, a través del aire, a través del contacto cercano e incluso a través del uso de objetos contaminados. Puede provocar diarrea, ceguera e incluso complicaciones neurológicas y respiratorias. A veces, aunque se cura, esta enfermedad deja secuelas importantes como sordera y ciertos trastornos psicológicos.
Síntomas del sarampión
El período de incubación del sarampión es de entre 10 y 12 días. La enfermedad comienza con una invasión prodrómica que provoca fiebre de unos 40°C acompañada de secreción nasal, diarrea e inflamación de la conjuntiva. Este último es la causa de un dolor intenso en el ojo. El niño con sarampión también puede sufrir de dolor abdominal, tos seca y puede volverse quejumbroso. Unos 8 días después de la fase de invasión prodrómica, primero aparecen manchas rojas en la cabeza y luego cubren gradualmente todo el cuerpo. Se dice entonces que la enfermedad se encuentra en su tercera fase.
Tratamientos homeopáticos para el sarampión
Tan pronto como aparezca una tos seca, conjuntivitis y, especialmente, fiebre, se debe usar Azufre 30 CH para evitar que la enfermedad empeore. En caso de secreción nasal y tos ruidosa, se recomienda utilizar Aconitum Napellus. Por otro lado, es aconsejable administrar gránulos de Gelsemium sempervirens al niño enfermo cuando padece fiebre alta acompañada de un resfriado, no tiene sed y tiene dificultad para moverse. En general, se recomienda tomar 1 dosis de Morbillinum 30 CH al comienzo de la enfermedad seguida de 1 dosis diez días después, acompañada de 5 gránulos de Belladonna 9 CH y 5 gránulos de Euphrasia officinalis cada dos horas para ralentizar la progresión de la enfermedad. Por último, es posible completar el tratamiento de 1 dosis de Pulsatilla 30 CH una semana después.
¿Cuándo consultar a un médico?
El sarampión es una enfermedad mortal de la infancia y por eso, en cuanto aparecen los primeros síntomas, es recomendable acudir al hospital de forma urgente o, al menos, consultar a un médico. Solo este último podrá diagnosticar la enfermedad y prescribir los remedios más adecuados. Es importante saber que aquí se desaconseja encarecidamente la automedicación. El paciente debe seguir el tratamiento recomendado lo antes posible y siempre debe permanecer bajo supervisión médica.