La hipertensión arterial, una patología que afecta a un gran número de personas en los países desarrollados, es fuente de diversos trastornos de salud más o menos graves. Los factores responsables de la aparición de hipertensión en un individuo aún están mal definidos, pero según muchos estudios, esta enfermedad está relacionada principalmente con la edad, el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad, así como con la predisposición familiar y los malos hábitos alimenticios.
Hoy en día, las personas hipertensas pueden vivir con las condiciones patológicas relacionadas con la hipertensión hasta una edad muy avanzada gracias a la medicación. Sin embargo, los tratamientos que deben seguir para mitigar los efectos de estas patologías suelen ser muy duros, sobre todo en casos de ciertas enfermedades graves. En los últimos años, la homeopatía ha venido al rescate de las personas que sufren de hipertensión.
Síntomas
La hipertensión se produce cuando la presión ejercida por la sangre sobre los vasos durante la contracción del corazón (sístole) es superior a 140 mm de mercurio (Hg) y cuando esta presión es superior a 90 mm Hg durante la relajación (diástole). Por lo general, esta medición se expresa en centímetros de mercurio para obtener los dos dígitos de presión sistólica y diastólica. Así, un individuo es hipertenso cuando su presión arterial está por encima de 14/9 cm Hg. Esta hipertensión es primaria cuando no se puede determinar su origen exacto, es secundaria cuando se conocen los factores que la causan.
En muchas personas, la presión arterial alta no se acompaña de ningún síntoma en particular. Sin embargo, hay algunos signos que pueden indicar presión arterial anormalmente alta, como dolores de cabeza, sensación de cansancio repentino, mareos, dificultad para respirar después del esfuerzo, náuseas, hemorragias nasales y palpitaciones. Sin embargo, solo una medición con un tensiómetro y los diagnósticos realizados por un médico pueden demostrar la existencia o no de hipertensión. Además, todos estos trastornos pueden ser causados por otras condiciones patológicas independientemente de un aumento de la presión arterial.
Tratamientos básicos para la hipertensión
Con la homeopatía, la hipertensión se trata con bastante facilidad y muchos remedios son efectivos para aliviar al paciente de los síntomas principales. Baryta Carbonica y Plumbum permiten, entre otras cosas, disipar rápidamente la sensación de fatiga, mientras que Baryta Mur y Spigelia tratan los primeros síntomas relacionados con diversos trastornos cardiovasculares debidos a la hipertensión. Pero también puede disipar la sensación de malestar debido a las constricciones vasculares con remedios específicos como el Acónito y el Azufre. Este último está especialmente indicado en el tratamiento del ateroma y otras degeneraciones arteriales. Además, varios medicamentos homeopáticos son eficaces para tratar la hipertensión esencial, que afecta a la mayoría de los pacientes.
El tratamiento por el método homeopático no es invasivo, no corre el riesgo de causar complicaciones relacionadas con el consumo de medicamentos demasiado agresivos para los pacientes, que la mayoría de las veces ya están debilitados por su edad. También hay que tener en cuenta que la homeopatía puede prescribirse como tratamiento principal o como complemento de un tratamiento farmacológico. Proporciona tanta eficacia como los tratamientos convencionales.
Estrés intelectual e hipertensión
Para tratar el estrés, la depresión y el nerviosismo, así como la disminución de la capacidad intelectual relacionada con la hipertensión, se pueden utilizar algunas soluciones homeopáticas. Entre los más conocidos se encuentra Nux Vomica, un antidepresivo que está especialmente indicado para personas con hipertensión relacionada con el tabaquismo o el alcoholismo.
También puedes optar por Ignatia Amara, especialmente si la hipertensión se manifiesta con diversos trastornos del estado de ánimo como exceso de trabajo, ansiedad, insomnio y otros. Este remedio también se recomienda para tratar la hipertensión que produce espasmos digestivos o gastroenteritis leve. Pero en el caso del eretismo cardíaco, que causa múltiples trastornos fisiológicos, la homeopatía recomienda preparaciones a base de estroncio.
Tratamientos para el dolor debido a la hipertensión
En algunos casos, la hipertensión puede ir acompañada de diversos dolores, y los productos homeopáticos incluyen analgésicos muy eficaces. Crataegus y Tabacum alivian la angina de pecho, el dolor de hombros, los calambres, al tiempo que suprimen las palpitaciones, el estrés, las náuseas y los sudores fríos. También existe el Glonoinum que puede superar ciertos tipos de dolores de cabeza debidos a la hipertensión arterial, así como las sensaciones de abrazo al pecho tan características de los brotes de tensión.
Además, también se recetan ciertas clases de medicamentos para tratar la hipertensión que causa daño renal y otras enfermedades endocrinas, como Viscum Album, Serun anguillae y Peucedanum Graveolens. Este último también está indicado para tratar la hipertensión que da lugar a diversas disfunciones urinarias como la oliguria y la polaquiuria.
¿Cuándo consultar a un médico?
La hipertensión es una enfermedad que no se puede detectar sin revisiones médicas frecuentes. Sin embargo, todavía hay algunos síntomas muy característicos que previenen la hipertensión, y tan pronto como aparezcan estos síntomas, debe consultar a un médico. Además, se aconseja a las personas de riesgo, como las que tienen sobrepeso y las que tienen predisposiciones familiares, que se controlen la presión arterial regularmente con un tensiómetro.
Una presión arterial superior a 14/9 cm Mg debe ser vigilada de cerca, por lo que se recomienda encarecidamente la consulta médica en este caso. Además, se pueden encontrar casos de hipertensión resistente a los tratamientos farmacológicos convencionales. En estos casos, es aconsejable consultar a un médico homeópata para definir el tipo de tratamiento alternativo adaptado al estado de hipertensión del paciente.