El pericardio es una membrana que rodea el corazón. El dolor torácico inusual puede ser un signo de pericarditis. Esta patología es causada por un virus de la misma manera que una gripe. Se puede curar de forma espontánea o cuando se produce un shock. A diferencia de otras enfermedades que afectan al corazón, la pericarditis es una patología que afecta más a los jóvenes. Además del virus, la pericarditis puede ser causada por una infección bacteriana, tuberculosis, insuficiencia renal o una enfermedad autoinmune. Sin embargo, este caso de pericarditis es extremadamente raro.
Síntomas
La pericarditis se caracteriza por un dolor agudo detrás del esternón. Luego, el dolor se irradia al cuello y al hombro. Se calma con la postura inclinada hacia adelante o sentada. La hinchazón del abdomen o las piernas también es un síntoma característico de la pericarditis. A veces el paciente tiene dificultad para respirar, escalofríos y fiebre moderada. En algunos casos, el agotamiento general puede ser un signo de pericarditis.
Las dosis de los tratamientos homeopáticos
Kalium Carbonicum es un remedio homeopático de amplio espectro que trata diversas afecciones cardíacas. Por lo tanto, se recomienda para el tratamiento de la pericarditis, a una dilución de 7 CH y a razón de 5 gránulos dos veces al día. Cuando la pericarditis es el resultado de la depleción miocárdica o extrasístole, el tratamiento homeopático adecuado consistirá en la combinación de los remedios Apis, Arsenicum album y Bryonia. El médico también puede recetar Bryonia de 4 CH a 15 CH.
¿Cuándo debe consultar a un médico?
La pericarditis suele comenzar con fiebre y dolor relativamente intenso en el pecho. El paciente puede debilitarse gradual o bruscamente a medida que la enfermedad progresa. Dado que no empeora con el esfuerzo y puede ser benigno, es mejor consultar a un médico si el dolor en el pecho es persistente. Se recomienda una consulta médica cuando se observa que la salud del paciente continúa deteriorándose y que presenta ataques de tos.