El frío extremo, que caracteriza el período invernal, es fuente de muchas patologías. Entre ellas, podemos mencionar la bronquitis. Los más vulnerables son los ancianos, los lactantes y las mujeres embarazadas. La bronquitis, que puede aparecer de forma repentina o frecuente, se caracteriza por la inflamación de los bronquios, las vías respiratorias que transportan el aire desde la tráquea hasta los pulmones. Causada, en la mayoría de los casos, por virus (responsables de la gripe) más que por bacterias, la bronquitis se manifiesta por hinchazón y enrojecimiento de los bronquios, así como por un aumento de la producción de moco, bloqueando el paso del aire a través de los conductos.
Presentación de la bronquitis
Existen dos tipos distintos de bronquitis: la bronquitis aguda y la bronquitis crónica. La primera ocurre de forma súbita, dura solo unos días, mientras que la segunda es una enfermedad que se repite con frecuencia y puede durar varias semanas. De hecho, en el caso de la bronquitis crónica, a menudo causada por el tabaquismo, los bronquios están rojos y permanentemente hinchados con una producción muy abundante de moco.
Síntomas de la bronquitis
La bronquitis se manifiesta como un resfriado acompañado de tos y problemas respiratorios. Tanto la bronquitis crónica como la bronquitis aguda son causadas por la inflamación de las vías respiratorias. Sin embargo, sus síntomas no son del todo similares. La bronquitis aguda aparece de forma súbita, acompañada de fiebre leve, fatiga, dolor de espalda o pecho, dolor de garganta, dolor de cabeza, así como una voz apagada o ronca con dificultades respiratorias en las más frágiles.
La bronquitis crónica, por otro lado, se caracteriza por una tos que persiste durante tres meses y se repite con frecuencia. Se manifiesta como tos húmeda con esputo, dificultad para respirar que aumenta con los años y dificultades respiratorias (sibilancias). La bronquitis crónica, aunque parezca menos preocupante, puede derivar en complicaciones respiratorias, de ahí la necesidad de tratarla a tiempo. Para ello, existen varios productos farmacéuticos, pero es prudente elegir la homeopatía. Ya sea para la bronquitis aguda o la bronquitis crónica, existen productos homeopáticos eficaces.
Tratamiento de la bronquitis aguda con tos seca
Aunque la bronquitis aguda puede desaparecer por sí sola después de 15 días sin tratamiento, es aconsejable tratarla. Si se acompaña de tos seca y dolorosa, se recomienda utilizar Aconitum napellus, apto para personas que no sienten ganas de beber. Por otro lado, para aquellos con sed intensa con dolor en las costillas, se recomienda Bryonia alba. Para aquellos con tos similar a los de la tos ferina, "Drosera rotundifolia" (también limitante del dolor en la base del tórax) y "Cuprum metallicum" (limitante del dolor torácico) o "Ipecacuanha" (limitante de las dificultades respiratorias y las náuseas) son los más indicados. En cualquier caso, "Rumex crispus" es adecuado para la bronquitis aguda con tos seca.
Tratamiento de la bronquitis aguda con tos húmeda
La bronquitis aguda suele ir acompañada de producción de moco. Sin embargo, en algunos casos (en ancianos), suele ser difícil para el paciente escupir, de ahí la necesidad de utilizar "Senega" que facilita la expectoración de moco. Además, si se trata de moco viscoso y amarillento, "Goldenseal" es el producto indicado. También está indicada una alternancia de "Kalium bichromicum 5CH" y "Antimonium tartaricum 5CH" (cuatro gránulos por dosis) para tratar la bronquitis con esputo mucoso.
Si, por el contrario, el esputo es más bien líquido pero aún verdoso, el "Sulfo de Kali" es el más apropiado. Si la producción de moco es muy abundante, la "Calcarea sulfurica" puede ayudar a frenarla. Para deshacerse de la tos, tres dosis diarias de cuatro gránulos de "Bryonia 5CH" son muy efectivas.
Remedios para la fiebre, los vómitos y otros síntomas
Para combatir la fiebre que acompaña a la bronquitis, "Ferrum Phosphoricum" es el producto más recomendado en homeopatía. Si se producen diarreas y vómitos durante la enfermedad, la "Sanguinaria canadensis" es la más adecuada. Si los pulmones están muy congestionados con flema, el "Antonium tartaricum", descongestionará estos órganos y regulará la producción de moco. El "Acónito", por otro lado, es esencial para el paciente que se ha resfriado. En cuanto al dolor de garganta y los resfriados, se pueden curar con "Belladona" y "Dulcamara" respectivamente.
Tratamiento de la bronquitis crónica
A diferencia de la bronquitis aguda, la bronquitis crónica no se puede curar. Sin embargo, puede ser aliviado o limitado por varios remedios homeopáticos. Para combatir el esputo matutino, tomar "Hepar sulfur 5CH" todas las noches es muy eficaz. "Silicea" también está indicado para tratar la bronquitis crónica, y está especialmente recomendado para personas sensibles al frío. Pero para el tratamiento a largo plazo, lo más recomendable es una combinación de "Natrum sulfuricum" y "Thuya". Cientos de productos homeopáticos están disponibles para tratar la bronquitis crónica, su homeópata podrá recetarle las combinaciones que se adapten a su cuerpo.
¿Cuándo consultar a un médico?
La bronquitis aguda y la bronquitis crónica mal tratadas pueden provocar complicaciones respiratorias a largo plazo, especialmente en los ancianos y los lactantes. De hecho, la bronquitis aguda no tratada puede convertirse en neumonía. Por lo tanto, si los síntomas de la bronquitis aguda duran más de un mes y empeoran con esputo verdoso con sabor desagradable, hinchazón de los pies, esputo mezclado con sangre, dificultad para respirar, así como fiebre y fiebre alta, es necesario consultar a un médico. En cuanto a la bronquitis crónica, si la frecuencia de la tos se vuelve menos frecuente y el esputo se acompaña de sangre, con dolor cada vez más agudo en el pecho, a pesar de dejar de fumar, es fundamental consultar a un médico.