El ácido láctico es secretado por los músculos después de un esfuerzo intenso. De este ácido se deriva el remedio homeopático Sarcolacticum acidum, que se utiliza en traumatología. El Sarcolacticum acidum se recomienda para el tratamiento de la debilidad muscular, la debilidad miocárdica y la neurastenia espinal.
Las principales indicaciones del remedio
La fatiga muscular es un término amplio, que se refiere a varios signos de debilidad generados por la actividad física excesiva. El remedio Sarcolacticum acidum se prescribe para evitar este tipo de fatiga que causa, entre otras cosas, dolores musculares, dolores y calambres después del entrenamiento. El Sarcolacticum acidum lucha contra la secreción de ácido láctico que dificulta el desarrollo muscular y reduce la fase de recuperación, que puede ser perjudicial para los músculos.
El remedio homeopático en cuestión se recomienda en caso de esguinces, torceduras, tendinitis y fatiga física general. Los músculos también son el campo favorito del Sarcolacticum, ya que trata el reumatismo, los espasmos y las sacudidas que sufren.
Las
contracturas y calambres musculares no siempre son causados por un esfuerzo muscular sostenido. La edad y la predisposición natural de cada individuo también pueden influir en su apariencia. Como tal, los ancianos y las mujeres embarazadas pueden ser víctimas, pero también tienen la posibilidad de tratarse con Sarcolacticum acidum. Sin embargo, los atletas son los sujetos tratados con mayor frecuencia con Sarcolacticum Acidum. Después de un entrenamiento agotador, se les aconseja tomar 5 gránulos del remedio 5CH tres veces al día.
Las contracturas musculares dolorosas suelen deberse a una producción excesiva de ácido láctico. Para remediar esto suavemente, se recomienda tomar Sarcolacticum acidum en 5CH a razón de 5 gránulos por dosis cada hora. Si la contractura aumenta en intensidad con los movimientos, es preferible combinar Sarcolacticum acidum 9CH con una aplicación local de Arnica Montana 9CH. Este tratamiento combinado permite anticiparse a la aparición de dolores o calambres.