La tiroides es una glándula situada delante de la tráquea y debajo de la manzana de Adán. Segrega varias hormonas que están involucradas en el metabolismo general y el crecimiento. Esta glándula puede verse afectada por ciertas patologías, tiroiditis. El tiroidismo aumenta o disminuye la producción de hormonas tiroideas. Esto podría tener consecuencias adversas para la salud en general y, en particular, para el crecimiento.
Tipos de tiroiditis
La tiroiditis puede ser hipotiroidismo, hipertiroidismo o nódulos tiroideos. El hipotiroidismo se caracteriza por la reducción de la secreción de hormonas por parte de la tiroides. La sobreproducción de hormonas por parte de la glándula tiroides genera hipertiroidismo. Los nódulos tiroideos son una formación de pequeñas bolas tumorales en la tiroides. Estas enfermedades pueden afectar a individuos de varios grupos de edad. Según investigaciones recientes, las mujeres son más vulnerables al tiroidismo que los hombres.
Síntomas de las enfermedades de la tiroides
La tiroiditis es una de las enfermedades insidiosas que no muestra ningún síntoma real al principio. Tenga en cuenta que los nódulos tiroideos no son muy molestos para algunos sujetos. En los casos de hipotiroidismo, es posible detectar signos que pueden presagiar una enfermedad tiroidea, como astenia, escalofríos, ritmo cardíaco lento, caída del cabello, aumento de peso con poco apetito y trastornos del crecimiento muscular. Los síntomas más característicos del hipertiroidismo son la aparición de bocio, ritmo cardíaco acelerado, insomnio, sudoración excesiva, exoftalmos, ansiedad, nerviosismo y agotamiento muscular.
En las mujeres, los trastornos de la tiroides pueden causar una interrupción del ciclo menstrual. La tiroiditis suele ser la causa de algunos casos de infertilidad femenina. En los ancianos, el daño a la glándula tiroides puede provocar problemas de memoria y dificultad para concentrarse. En lactantes y personas jóvenes, la tiroiditis puede manifestarse como ictericia, hipersomnia, hinchazón de la lengua, estreñimiento frecuente y, en casos excepcionales, retraso en el crecimiento.
Con
el fin de obtener mejores resultados, todos los tratamientos para la tiroiditis en homeopatía se llevan a cabo además de los tratamientos alopáticos. Así, en el caso del hipotiroidismo, tomar grafito con pulsatilla puede ralentizar el metabolismo, reducir los trastornos digestivos y remediar la ausencia de menstruación y afecciones de la piel. En caso de trastornos nerviosos, envejecimiento prematuro y dificultades intelectuales, es posible consumir Barita Carbonica y Alúmina. Thuya, Kalium carbonicum y Silicea están indicados para personas que sufren de fatiga marcada por la aparición de diversos edemas en ciertas partes del cuerpo.
Tratamiento del hipertiroidismo y los nódulos tiroideos Los
remedios homeopáticos deben combinarse con tratamientos alopáticos para tratar mejor el hipertiroidismo. La aparición de nódulos se ve favorecida principalmente por la deficiencia de yodo, cuya correcta ingesta permite eliminar el desarrollo de la enfermedad. En general, los fármacos derivados del yodo pueden estar indicados para tratar casos de hipertiroidismo y nódulos. Por lo tanto, el yodato de azufre es adecuado para sujetos que son termofóbicos, insomnes, asténicos y tienen una frecuencia cardíaca anormalmente alta. Natrium iodatum, kalium iodatum, arsenicum iodatum y calcarea iodata pueden estar indicados para pacientes con neurastenia, eretismo cardíaco y pérdida de peso aguda.
Los
trastornos de la glándula tiroides solo se pueden detectar mediante análisis de sangre. Es necesario un diagnóstico médico para determinar los tratamientos adecuados para la enfermedad. Sin embargo, es necesaria una consulta médica tan pronto como se perciben los primeros síntomas de hipersecreción o hiposecreción de hormonas tiroideas. Las mujeres embarazadas con mayores necesidades hormonales deben buscar atención médica.
