La púrpura es una enfermedad que se caracteriza por una infiltración de sangre debajo de la piel que conduce a la formación de petequias de color púrpura o violáceo, que recuerda a una infección de la piel o dermatitis. Sin embargo, esta enfermedad, que suele ser idiopática, es el resultado de una disfunción en los glóbulos rojos o en los vasos capilares. Por lo tanto, la púrpura causa una hemorragia subcutánea, cuya gravedad y extensión de las lesiones varían de un tipo de púrpura a otro. De hecho, existen varias formas de púrpura, la más común de las cuales es la púrpura trombocitopénica debido a la disminución del número de plaquetas sanguíneas. También existe la púrpura vascular causada por la alteración de los vasos capilares. Pero la púrpura también puede ocurrir como resultado de una deficiencia de vitaminas, que se llama púrpura por deficiencia. Finalmente, el tipo más temible de púrpura, que puede ser mortal, es causada por el desarrollo de gérmenes patógenos en la sangre. Se trata de una púrpura fulminante, generalmente debida a neumococo o meningococo.
Síntomas de la púrpura
En las primeras etapas de la púrpura, la púrpura se manifiesta como una erupción de color rojo brillante en la piel. Por lo tanto, las manchas violúricas son visibles en una parte localizada del cuerpo, generalmente en los muslos, la espalda y los glúteos. Estas manchas pueden tomar la forma de vibices cuando aparecen en ciertas partes del cuerpo como la cara y los tobillos. Después de unas semanas, la erupción puede desaparecer por sí sola. Si este síntoma principal no se repite después de un año, existe la posibilidad de que la enfermedad se cure por completo. Por otro lado, si la púrpura vuelve a aparecer después de doce meses, existe el riesgo de que se cronifique.
Tratamientos sintomáticos
Con el fin de elegir el tratamiento o tratamientos adecuados, un caso de púrpura debe someterse a una evaluación clínica completa para determinar la naturaleza y las posibles causas de la enfermedad. Sin embargo, tan pronto como aparecen las petequias, se pueden tomar algunos remedios para tratar los primeros síntomas. Por lo tanto, cuando la púrpura se presenta con una erupción anormal en la piel o las membranas mucosas, se deben tomar tres gránulos de Phosphorus 5 CH cada hora hasta que la lesión sangrante disminuya.
Hemorragia purpúrica
comúnEn casi todos los casos de púrpura, el tratamiento de la hemorragia debe ser la primera preocupación. Si el sangrado no causa ninguna molestia particular y no empeora con el movimiento, está indicada la ingesta de cinco gránulos de Aconitum Napellus 9 CH, dos o tres veces al día. Se prescribe la misma dosis de Ipeca 9 CH si la lesión se agrava con el movimiento. En presencia de hemorragia venosa (gingivorragia, epistaxis), se pueden tomar cinco gránulos de Hamamelis 5 CH cada hora hasta su mejoría.
Petequias resultantes de una enfermedad
Varios trastornos posteriores a una enfermedad podrían ser la causa de las petequias purpúricas. Si estos últimos se manifiestan como un hematoma, está indicado el Arnica montana diluido a 9 CH, con cinco gránulos tomados cada hora hasta que desaparezca la inflamación. En caso de púrpura asociada a trastornos hepáticos, caracterizada principalmente por cirrosis, tomar cinco gránulos de Arsenicum album 9 CH una vez al día, preferiblemente por la noche. Finalmente, en el caso de la púrpura iatrogénica causada por medicamentos, se pueden prescribir varios complejos homeopáticos a base de árnica para superar los síntomas.
¿Cuándo consultar a un médico?
Las primeras manifestaciones de la púrpura no deben tomarse a la ligera. Para aumentar las posibilidades de recuperación, es aconsejable consultar a un médico tan pronto como se noten los primeros síntomas. De hecho, aparte del diagnóstico realizado por un médico, solo un examen médico puede detectar la trombocitopenia activa, una causa común de púrpura.