Conjunto de músculos que cierran el estrecho inferior de la pelvis, el perineo es atravesado por los órganos urogenitales y el ano. La relajación del perineo, que es bastante común después del parto, requiere tratamiento para evitar complicaciones. Hay que tener en cuenta que esta relajación puede darse en cualquier momento de la vida, tanto en niños como en adultos y sobre todo en mujeres. En cualquier caso, por lo tanto, es útil reeducar la musculatura del suelo pélvico.
Síntomas que requieren rehabilitación de la musculatura del suelo pélvico Tras el
parto, es fundamental llevar a cabo la rehabilitación de la musculatura del suelo pélvico, especialmente si el bebé pesa más de 3,7 kg y el diámetro del cráneo es superior a 35,5 cm. De hecho, estos hechos pueden provocar traumatismos con daños en los músculos del perineo. Cuando estos músculos se relajan, pueden ocurrir tres tipos de incontinencia, pero la forma más común es la incontinencia urinaria, es decir, pequeñas pérdidas después de estornudar, reír, saltar o hacer un esfuerzo. La micción frecuente es otra forma de incontinencia y ocurre principalmente por la noche. Estos son síntomas importantes que deben tenerse en cuenta y la rehabilitación de los músculos afectados debe emprenderse de inmediato.
Tratamientos recomendados
Para fortalecer los tejidos de soporte en la zona perineal, se recomienda tomar Calcarea fluorica 5 CH, a razón de 5 gránulos por día durante 3 meses. Para tratar la incontinencia urinaria debida a la relajación de los músculos del suelo pélvico, tomar 5 gránulos de Causticum 15 CH hasta que haya una mejoría notable. Esta dosis también se puede reemplazar tomando una dosis del mismo remedio, 3 veces por semana. Si la incontinencia se produce principalmente durante el primer sueño, tomar 5 gránulos de Sepia 5 CH, 2 veces al día y además, una dosis de 15 CH una vez a la semana.
¿Cuándo consultar a un médico?
Si, después de la administración de los remedios indicados, la condición del paciente permanece estacionaria, es imperativo consultar a un médico, ya que esto significaría que los músculos del suelo pélvico aún están relajados. De hecho, es preferible consultar a un ginecólogo lo antes posible y, en caso de complicaciones graves, es necesaria la consulta de un urólogo.
