La enfermedad de Dupuytren es una fibrosis que se produce en la fascia media de la palma de la mano. Esta patología afecta a hombres mayores de 40 años y también a diabéticos. Ciertos factores genéticos pueden causar la enfermedad de Dupuytren. Además, los tratamientos farmacológicos a base de fenobarbital e isoniazida, así como el consumo de alcohol, favorecen la evolución de esta enfermedad.
Síntomas de la patología
Los signos de la enfermedad de Dupuytren aparecen, en la mayoría de los casos, en las manos. Las personas que padecen esta patología tienen los dedos flexionados más allá de su control. Esta flexión aparece de forma gradual y puede ser irreductible. Cuando la enfermedad de Dupuytren se encuentra en la etapa primaria, el paciente puede observar nódulos pequeños e indoloros en el interior de la palma de la mano. Los nódulos pueden evolucionar y provocar una flexión irreversible de los dedos. Si no se trata, la enfermedad puede progresar y provocar umbilicaciones cutáneas o invasión nodular de la piel.
Remedios homeopáticos indicados
Los pacientes con enfermedad de Dupuytren pueden ser tratados con homeopatía. Si la patología se manifiesta por deformidad de los dedos, el paciente debe tomar Calcarea Fluorica 4CH a razón de 3 gránulos, dos veces al día. El tratamiento homeopático Baryta Carbonica está más bien indicado para personas de complexión grande. Por otro lado, si el individuo es delgado, es preferible administrar el remedio Strontium Carbonicum.
Los remedios más adecuados para flexibilizar los dedos son el Causticum, la Ruta Graveolens y la Calacarea Fluorica. En el caso de que la enfermedad se asocie a rigidez de los dedos o de la palma de la mano, el remedio homeopático indicado es el Radio Brimatum con dilución 7CH. La dosis es de 3 gránulos, 3 veces al día durante el tratamiento. El dolor en los dedos, especialmente los que ocurren por la noche, se puede aliviar con Formica Rufa 4CH a 5CH.
¿Cuándo consultar a un médico?
La enfermedad de Dupuytren es una enfermedad que puede molestar al paciente. Aunque su progresión es gradual, lo mejor es consultar a un médico en cuanto aparezcan los síntomas. El primer signo revelador es una retracción de los dedos durante un período de tiempo más o menos largo. Además, se recomienda buscar el consejo de un médico antes de comenzar cualquier tratamiento.