La disnea, una enfermedad que puede ocurrir a cualquier edad, es un trastorno respiratorio. Puede tener varios orígenes y estar asociado a otro tipo de enfermedades como las cardiopatías o las enfermedades pulmonares. La disnea puede ser inspiratoria o espiratoria.
Síntomas
Ya sea disnea inspiratoria o espiratoria, la enfermedad siempre se manifiesta como una dificultad consciente o inconsciente para respirar. Se acelera o, por el contrario, se vuelve muy lento dependiendo del origen del síntoma. La disnea puede ser de diversa intensidad. La disnea de esfuerzo no es patológica, pero debe dar lugar a la sospecha de una enfermedad subyacente cuando aparece en reposo. A continuación, puede ir acompañada de tirones, es decir, una depresión de los músculos esternales, supraesternales o intercosos, y otros signos como sibilancias espiratorias o cianosis. También puede haber esputo, fiebre y dolor intenso en la zona precordial que se irradia a las extremidades.
Tratamientos recomendados
Para aliviar la disnea, se recomienda tomar Bryonia alba 5 CH y Aconitum napellus 5 CH. Para que el tratamiento sea efectivo, la dosis requerida es de 3 gránulos de cada uno, que se deben tomar 3 veces al día. La ingesta de estos remedios debe continuar hasta que la condición del paciente mejore. Antimonium tartaricum 5 CH también se puede utilizar a razón de 3 gránulos 3 veces al día.
Si la disnea se asocia a dolor precordial, es necesario administrar Spigelia anthelmia 5 CH o Azufre al paciente. Azufre 9 CH está indicado principalmente para el tratamiento de la disnea pulmonar como el asma, la bronquitis, la neumonía y la pleuresía. Si las molestias respiratorias son significativas, se recomienda tomar 1 dosis de Carbo vegetabilis 15 CH lo antes posible y 5 gránulos de Hydrocyanicum acidum 9 CH cada hora. Estos remedios deben tomarse mientras se espera la consulta médica.
Cuándo consultar al médico
La disnea es una enfermedad que se puede aliviar con remedios homeopáticos. Sin embargo, si la condición del paciente permanece estacionaria incluso después del tratamiento, es necesario consultar a un médico. Además, si el paciente padece la forma aguda de la enfermedad, es necesaria una consulta médica.