La congelación es una dolencia que carcome tanto el físico como la moral de quienes la padecen. Es causada por el frío que provoca trastornos de la circulación sanguínea en las extremidades. Esta enfermedad tiene varias formas que van desde edema hasta sensaciones de dolor agudo, grietas y ampollas en la piel.
La congelación
es una afección causada por el frío que algunas personas no pueden tolerar debido a su cuerpo. Los que corren peligro son los niños y las mujeres, ya que estas últimas suelen estar sometidas a un ambiente frío y húmedo en particular. El riesgo es aún mayor cuando el sujeto tiene problemas de circulación sanguínea. Las zonas del cuerpo más afectadas son los dedos de las manos y de los pies, pero en general, son las extremidades las que se ven afectadas (las manos, los pies, las orejas y la nariz). Esto a veces se manifiesta como dolores punzantes como causados por agujas. De hecho, es una disminución del flujo sanguíneo y un retorno venoso defectuoso lo que causa dolor.
¿Cómo se reconoce la congelación?
La congelación se manifiesta primero como enrojecimiento en la zona afectada, luego por una cierta rigidez y, más generalmente, por insensibilidad. El edema puede aparecer como hinchazón de los dedos de las manos o de los pies. Una especie de parches gruesos cubren la piel de las extremidades que se vuelven frías y dolorosas. Pueden ser aún más dolorosos cuando se calientan. A veces los dedos de las manos o de los pies se agrietan y a veces aparecen ulceraciones o ampollas; lo que causa un dolor punzante que a menudo dura mucho tiempo. Este dolor es consecuencia de una vasoconstricción de los vasos sanguíneos de estas partes del cuerpo y es porque ya no están suficientemente vascularizados que duelen.
Tratamiento homeopático para la congelación
Para aliviar el dolor causado por la congelación, las áreas afectadas deben calentarse gradualmente, por ejemplo, en agua a 30 ° C. Las lesiones que afectan a la piel a través del enrojecimiento u otras deformidades no son irreversibles, pero, a largo plazo, las zonas afectadas siguen siendo sensibles al frío. Debe proceder con tratamientos de acuerdo con los síntomas para aliviar el dolor en un tiempo relativamente corto. Por ejemplo, Arsenicum Album es adecuado para quemaduras que se alivian con calor en dosis de 4 a 5 CH, 3 veces al día, mientras que Nitricum acidum se recomienda para lesiones con grietas y sangrado. Ranunculus bulbosus 4 a 5 CH se puede tomar 3 veces al día, está indicado para el dolor agravado por el frío húmedo. El tratamiento local se puede realizar aplicando ungüento de Agaricus al 4%, de 2 a 3 veces al día. Para un tratamiento a largo plazo, durante el invierno, puede tomar Agaricus muscarius 9 CH y Secale cornutum 9 CH, a razón de 5 gránulos de cada uno por día.
¿Cuándo consultar a un médico?
Es imperativo consultar al médico cuando se forman ampollas llenas de un líquido blanquecino o negruzco o cuando las dosis normales de analgésicos no funcionan, o cuando una sensibilidad exacerbada al frío dura semanas. Tampoco hay que descuidar otras manifestaciones. Por ejemplo, cuando ya no se siente la zona afectada o cuando se produce un cambio en la pigmentación, se debe acudir a un profesional de la salud.